LA MEJOR HERRAMIENTA DEL RADIOAFICIONADO/A

Hemos encontrado un interesante artículo que nos parece importante compartirlo con todos, especialmente en un momento donde la calidad de la radioafición ha ido decayendo. Comentarios basados en fuentes poco fidedignas, chismes, y demás cosas que nos topamos diariamente en nuestras bandas, creemos que son producto de la falta de cultura y capacitación de muchos radioaficionados. Por este motivo es que reproducimos esta publicación con la esperanza de que crezcamos y mejoremos nuestra hermosa actividad. Cavernicola

Este artículo se escribió en agosto de 2005 y fue publicado en algún número de CQ Radio Amateur. No me consta que actualmente sea accesible por ningún medio, por lo que considero justo volver a publicarlo en este blog, para que la información que en él pueda hallarse no se pierda y sirva de ayuda a nuevos y viejos radioaficionados.

¿Cuál es la herramienta más útil en su cuarto de radio? ¿Qué respondería si le hicieran de improviso esta pregunta? No se de prisa en contestar pues hay una trampa. Siga leyendo lo que a continuación le explico y, tal vez, cambie de opinión y, quien sabe, hasta de vida.

Hace algunos meses tuve la oportunidad de conversar con cierta persona, muy asidua de un repetidor interurbano. Se trataba de un conocido personaje, toda una institución, cuya principal virtud conocida en el mundillo de la radioafición es la charla desenfadada e intrascendente, como las que suelen desarrollarse ante la barra de cualquier bar. Dicho personaje destacaba entre el resto de los contertulios habituales por su facilidad retórica -que es la manera de hablar ampulosa y vacía, con razones que no son del caso- pero que él confundía con la fonética, que es una parte de la gramática que estudia los sonidos del lenguaje.

Me decía el hombre, muy ufano, que hacía años (muchos) que no abría un libro para leerlo. Consideraba que leer era una actividad irrelevante y prácticamente inútil pues, según él, basándose en el sentido común y la experiencia que le confería la edad, podía discutir de lo divino y lo humano sin temor a meter la pata. Mientras escuchaba sus palabras a través del altavoz de mi equipo de radio, expresadas con absoluta convicción, mi pensamiento se dirigía a la radioafición y me preguntaba -¿Puede un radioaficionado desarrollar y disfrutar plenamente de su afición sin tocar un libro?

He visitado muchos cuartos de radio y he visto multitud de fotografías de radioaficionados de todo el mundo rodeados de múltiples aparatos electrónicos de todas clases. En algunas de ellas se observa un soldador eléctrico, estaño, circuitos impresos y diversas herramientas propias de un pequeño taller de experimentador casero pero, en muy pocos he visto libros. Las estanterías están llenas de extraños artilugios pero la ausencia de libros y revistas relacionados con nuestra afición es casi permanente en la mayoría de lugares donde existe una estación de radioaficionado. Síntoma evidente que explicaría en buena parte el lamentable estado de la radioafición actual.

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Tomado de: https://ea4zbblog.wordpress.com/

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