Hoy queremos presentarles un artículo publicado en CB27.com, que nos hizo llegar don Elpidio Rodriguez Madrigal – TI4ERM, y que nos parece muy oportuno publicar sobre todo porque al parecer, de manera muy común nos olvidamos de las obligaciones que tienen estas instituciones, con respecto a la radioafición. Esperamos que nos haga reflexionar sobre este tema.
Les presentamos parte de su contenido a continuación:
Recientemente se ha creado en mi ciudad (Córdoba) un nuevo radioclub por usuarios de la Banda Ciudadana. Su nacimiento ha despertado en los radioaficionados cebeístas una gran expectación y una calurosa acogida, tal es así que en pocas semanas ha logrado afiliar a casi un 70% de los colegas que salen por 27 MHz.
Se han programado y realizado varias actividades, imprimido QSL´s y proporcionado un P.O. BOX para sus afiliados. Sobre el papel todo parecía ir sobre ruedas. Pero a penas superado su primer trimestre de vida está a punto de desaparecer, y el motivo es bien sencillo, han confundido la finalidad para lo que fue creado.
En Córdoba ya ha habido varios de este tipo y todos, o casi todos han adolecido del mismo mal. El último que me alcanza la memoria fue Radioclub Mezquita, creado a mediados de los 90. Ahora analizaremos lo que le ha pasado.
El radioclub es una herramienta indispensable para el radioaficionado, tanto en las bandas Ham (EA-EB-EC) como en la Banda Ciudadana. En esta última, la CB, lo es si se quiere hacer DX o actividades como «Cacerías del Zorro», Búsqueda del Tesoro y otros juegos. No tiene ninguna utilidad (o muy poca) si el uso que le damos a nuestra radio CB es la de compartir un rato de charla con los amigos locales, o sencillamente la tenemos como herramienta de trabajo en el móvil. En todo el mundo existen infinidad de estos radioclub, y algunos de ellos de una relevancia internacional impresionante, como es el caso de Delta Tango DX Club, American Eagle SSB CB’ers Clubes, Romeo Charlie, etc. Todos ellos con décadas de historia y funcionando perfectamente, dando un servicio a sus afiliados impagable.
¿Porqué unos funcionan y otros desaparecen pocos meses después de su creación?
Pues la respuesta está en cómo planteemos la finalidad del mismo. Comencemos primero a ver para qué necesito yo estar en un RC.
A un radioaficionado cebeísta que le gustan las activaciones y actividades al aire libre, que utiliza la SSB, y que busca contactos a confirmar con QSL la pertenencia a un RC es vital e imprescindible si no quiere que su estación de radio sea de difícil sostenimiento económico o sencillamente sea un “apóstol solitario” que a casi nadie le interesa su contacto. Si además de activaciones DX le gusta participar en Cacerías del Zorro, La Búsqueda del Tesoro y otros juegos que se realizan en esta banda (CB) es aún más necesario pertenecer a un RC. Si por el contrario lo que queremos es charlar por la noche un rato con los amigos de la zona, tiene poco sentido estar afiliado a ningún RC.
El radioclub debe ser una herramienta más de la administración de nuestra estación de radio, y no una peña, una cofradía o un consultorio de problemas que infecte a sus miembros y cree mal ambiente. También debe de huir de política o intereses económicos y es requisito indispensable que todos sus miembros participen en el sostenimiento del mismo.
Por otro lado, sólo se debe de usar su infraestructura para su finalidad: hacer radio.
Si en nuestra ciudad hay diez o doce radioaficionados haciendo el mismo tipo de radio (DX, CZ, BT, etc.) lo inteligente es unirse y compartir bureau, apartado de correos (P. O. Box), sitio web, etc. Además es mucho más eficiente y divertido que juntos se hagan actividades comunes, tanto didácticas como de radio. Mientras más prestigio tenga nuestro RC más integrantes lo compondrán, ya fuera de nuestra provincia e incluso país o división.
Si desea seguir leyendo este artículo completo, los invitamos a visitar el siguiente link: http://www.cb27.com/opinion/que-es-para-que-sirve-un-radioclub
Agradecemos de nuevo a don Elpidio Rodriguez Madrigal – TI4ERM por su colaboración.
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